concert.

Aplausos, manos alzadas al viento, gritos de canciones que no conoces y el olor a porro del tio/a de al lado, el olor a la mano alzada del de atrás, el cigarro que casi te quema del de delante, el pie del otro que casi te pisa, el codo de ese de la camiseta roja que casi te saca un ojo, la emocionadísima chica que casi se tira encima de la multitud de la alegría, la que lleva un pedo que no puede con él, los que se aburren, etc.
Y en medio de la multitud estaba yo, sin poder moverme, sin poder saltar, moviéndome y saltando, gritando como una loca aquellas canciones que no me sabia y haciendo todo lo que la multitud hacía, con una diferencia, mi mente solo pensaba en lo pequeño que era lo que vivía y lo grande que eran los conciertos que espero me quedan por vivir.



Cé.