La verdad sobre el caso Savolta- Eduardo Mendoza.
Anónimas son las preguntas que gritaría y, sin embargo, ni si quiera llegan a traspasar los muros de mi boca, ni si quiera llegan a rozar mis cuerdas vocales. Anónimas son las cartas que no escribimos, las acusaciones y las palabras tiradas a los ríos del olvido. Anónimas son las decisiones que no hacemos, la obsesión que nos recorre y la indiferencia que finjo o fingimos.
Anónima es la indignación que no siento. Cé.
Esa novela, que le leí se supone que tarde me enseñó mucho de todo... ¿o no?
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